El precio fijo del libro es una normativa legal que establece el precio de venta de los libros, tanto impresos como electrónicos, en cada territorio o país. El objetivo del precio fijo del libro es fomentar la competencia en el sector del libro, mantener la diversidad de la oferta de libros y proteger el comercio independiente de libros.
Los principales elementos del precio fijo del libro son
- Precio fijo de venta al público: En virtud de la Ley del precio fijo del libro, se establece un precio fijo de venta al público para cada libro, que todos los libreros deben respetar. Esto significa que un libro debe costar lo mismo independientemente de dónde se venda.
- Precios fijos territoriales: Los precios fijos de los libros pueden ser territoriales, es decir, el precio fijo sólo se aplica en un determinado país o región. En algunos países, el precio fijo del libro se aplica en todo el país, mientras que en otros puede limitarse a determinadas regiones.
- Excepciones: Suele haber algunas excepciones a los precios fijos de los libros, por ejemplo, en el caso de libros autoeditados, libros antiguos o libros descatalogados desde hace mucho tiempo.
¿Por qué tenemos precios fijos?
El precio fijo de los libros tiene varias finalidades. Uno de ellos es fomentar la diversidad cultural y el acceso a una amplia gama de libros. Se pretende evitar que los libros se conviertan en productos de producción masiva y limitar el comercio del libro a unos pocos superventas. Los precios fijos también favorecen el comercio independiente de libros, ya que crean condiciones equitativas para todos los comerciantes y reducen la presión sobre los precios.