El término "derechos maestros" deriva en realidad de la palabra "cinta maestra". La cinta master es la grabación original que sale del estudio de grabación y se envía finalmente a una imprenta, por ejemplo, para su duplicación.
Para publicar una canción, es absolutamente necesario tener los derechos maestros.
Si has grabado y producido tú mismo una canción, automáticamente posees los derechos maestros. Si, por el contrario, la canción la ha producido otro productor, necesita el consentimiento por escrito de éste para poder
publicar el título.
Por regla general, los productores y las discográficas obtienen los derechos de autor cuando financian y producen las grabaciones. Los artistas pueden conservar los derechos maestros si producen de forma independiente.
Los artistas, las discográficas y los productores pueden compartir los derechos de autor en función de cómo se hayan producido las grabaciones y de quién haya participado en su creación.
Los derechos de autor son de gran importancia para la industria musical, ya que permiten al titular de los derechos controlar cómo y dónde se utiliza la música. Es importante obtener los derechos de las grabaciones antes de publicarlas.